Cochinillo al horno crujiente

Receta ↓ Ángela Solar

¡El cochinillo al horno crujiente te dejará sin palabras! Con su piel dorada y crujiente, y su carne jugosa y tierna, este plato es una delicia única. Además, es fácil de preparar y solo necesitas cuatro ingredientes básicos. Disfruta de este manjar en menos de 2 horas y sorprende a tus invitados.

¡Ingredientes imprescindibles para un cochinillo al horno crujiente de escándalo!

Estoy emocionada de compartir con vosotros esta receta que triunfa en todas las celebraciones. Sigue leyendo para descubrir los ingredientes imprescindibles para conseguir un cochinillo con una piel crujiente y una carne tierna y jugosa.

• 1 cochinillo de aproximadamente 4-5 kg – ¡Asegúrate de elegir un cochinillo de buena calidad! Pregunta a tu carnicero de confianza o busca marcas reconocidas.
• 2 cucharadas de sal gorda – La sal gorda es clave para potenciar el sabor y conseguir una piel crujiente. ¡Experimenta con diferentes tipos de sal y encuentra tu favorita! Prueba la sal marina, la sal rosa del Himalaya o incluso la sal ahumada para darle un toque único.
• 1 cucharada de pimienta negra molida – La pimienta negra le da un toque de sabor adicional al cochinillo. ¡Pruébalo y ajusta la cantidad a tu gusto! Si te gusta el picante, ¡no dudes en añadir un poco de pimienta de Cayena!
• 3 cabezas de ajo – El ajo es un ingrediente esencial en esta receta. Recuerda cuando descubrí que podía hornear el ajo junto al cochinillo para potenciar su sabor… ¡Fue una revelación! Pela los dientes de ajo y colócalos por todo el cochinillo para un sabor más intenso.
• 1 cucharada de orégano seco – El orégano seco le da un toque mediterráneo al cochinillo. Si te gusta experimentar, ¡prueba también con otras hierbas aromáticas! El tomillo o el laurel pueden ser buenas opciones.
• 1 cucharada de romero seco – El romero seco combina perfectamente con el sabor del cochinillo. ¡No dudes en añadir un poco más si te gusta su sabor intenso! También puedes usar romero fresco si lo tienes a mano.
• 1 vaso de vino blanco – El vino blanco ayuda a mantener la carne jugosa durante el horneado. ¡Puedes sustituirlo por caldo de pollo o agua si lo prefieres! Si usas vino, elige uno que te guste beber, ya que su sabor se transmitirá al cochinillo.
• Aceite de oliva al gusto – El aceite de oliva le da un toque de sabor y ayuda a conseguir una piel crujiente. ¡No escatimes en él! Usa un aceite de oliva virgen extra de buena calidad para obtener mejores resultados.

¡Preparación del cochinillo al horno crujiente!

Antes de cocinar

Una vez que tengas el cochinillo, es hora de marinarlo y adobarlo para potenciar el sabor. Puedes usar una mezcla de hierbas y especias, como sal gorda, pimienta negra, orégano seco y romero seco.

También puedes añadir un poco de ajo machacado para darle un toque extra de sabor. Déjalo marinar durante al menos una hora, o incluso toda la noche si tienes tiempo.

¡Verás cómo la carne absorbe todos los sabores y se convierte en una delicia única!

Proceso de horneado

Precalienta el horno a 220°C y prepara los utensilios necesarios, como una sartén o una bandeja de horno con bordes altos. Esto ayudará a que la grasa se drene y la piel se crispe.

Coloca el cochinillo en la sartén y añade un poco de vino blanco en la base para mantener la carne jugosa. Hornea durante 30 minutos a 220°C para sellar la piel y conseguir una textura crujiente.

Después de los primeros 30 minutos, baja la temperatura a 180°C y continúa horneando el cochinillo durante aproximadamente 2 horas, o hasta que la piel esté dorada y crujiente y la carne se desprenda fácilmente del hueso.

Si durante el horneado la piel comienza a dorarse demasiado, cubre el cochinillo con papel de aluminio para evitar que se queme.

Una vez listo, deja reposar el cochinillo durante unos minutos antes de cortarlo en porciones y servir. Personalmente, me encanta acompañar el cochinillo con una ensalada de col lombarda y manzana. 

¡Secretos infalibles para una piel crujiente de escándalo!

La piel crujiente del cochinillo al horno es una de las partes más deliciosas de este plato, y hoy te voy a revelar mis secretos infalibles para conseguirla perfecta.

• Antes de hornear, utiliza una aguja para pinchar la piel del cochinillo en varios puntos. Esto ayudará a que la grasa se drene y la piel se crispe.  Asegúrate de pinchar la piel en un patrón uniforme y de no llegar a la carne.
• Frota la piel con sal gorda antes de hornear. La sal ayudará a secar la piel y a potenciar su sabor. 
• Hornea el cochinillo a una temperatura alta durante los primeros 30 minutos. Esto ayudará a sellar la piel y a conseguir una textura crujiente. ¡No te preocupes si la piel se tuesta un poco, eso le dará un sabor increíble! Después de los primeros 30 minutos, baja la temperatura y hornea el cochinillo durante 2 horas más, o hasta que la piel esté dorada y crujiente.
• No añadas agua o caldo al recipiente de horno. Esto hará que la piel se ablande en lugar de crujir. Si quieres mantener la carne jugosa, puedes añadir un poco de vino blanco o caldo de pollo al recipiente. Asegúrate de no añadir demasiado líquido, solo lo suficiente para cubrir el fondo del recipiente.
• Usa una sartén o una bandeja de horno con bordes altos para hornear el cochinillo. Esto ayudará a que la grasa se drene y la piel se crispe. ¡Si tienes una sartén de hierro fundido, aún mejor! Asegúrate de colocar la sartén en la parte inferior del horno para que la piel se dore uniformemente.

¡Guarniciones recomendadas para tu cochinillo al horno crujiente!

Aquí tienes algunas sugerencias para acompañar tu cochinillo que te encantarán y son facilísimas de preparar:

Una de mis favoritas es la ensalada de col lombarda con manzana y nueces. Es súper fácil de hacer, solo necesitas rallar la col lombarda y la manzana, añadir unas nueces picadas y aliñar con aceite de oliva, vinagre de manzana y sal. ¡El contraste de sabores y texturas es increíble!

Otra opción que nunca falla y que puedes preparar en un abrir y cerrar de ojos es el puré de patatas. Puedes hacerlo de forma tradicional o añadirle un toque especial, como un poco de ajo o queso. ¡Es perfecto para mojar en la salsa del cochinillo!

Si quieres algo más ligero y saludable, te recomiendo las verduras asadas. Puedes usar cualquier verdura de temporada, como calabacín, berenjena, pimiento o cebolla. Solo tienes que cortarlas en trozos, rociarlas con aceite de oliva, sal y pimienta y hornearlas durante 20-30 minutos a 200°C. ¡Quedan deliciosas y están llenas de nutrientes!

Y si te sientes un poco más aventurero, ¡no dudes en probar el chutney de manzana y cebolla! Es una salsa dulce y ácida que combina perfectamente con el sabor del cochinillo. Solo tienes que picar la manzana y la cebolla, pocharlas en una sartén con un poco de aceite y mantequilla, añadir un poco de vinagre de manzana, azúcar y canela y dejar reducir a fuego lento durante 20-30 minutos. ¡Te sorprenderá lo bueno que está!