Cochinillo frito al ajillo: receta fácil

Receta ↓ Ángela Solar

¡El cochinillo frito al ajillo es tu nueva receta favorita! Es muy fácil y rápido de hacer, perfecto para impresionar a tus invitados. Con su delicioso sabor a ajo y su textura crujiente, esta receta te sorprenderá. Además, puedes prepararla en menos de 30 minutos.

Ingredientes necesarios

Para preparar esta receta de cochinillo frito al ajillo, necesitarás reunir los siguientes ingredientes. ¡Te aseguro que valdrá la pena!

• Cochinillo - Necesitarás uno de aproximadamente 1 kg. Yo suelo comprarlo en mi carnicería de confianza y le pido que me lo troceen, ¡la calidad es clave!
• Ajos - Utiliza entre 6 y 8 dientes de ajo, dependiendo de tu preferencia. A mí, personalmente, ME ENCANTA el ajo, así que no me corto al añadirlo.
• Aceite de oliva virgen extra - Un ingrediente esencial para freír el cochinillo y preparar el ajillo. No escatimes en calidad, ¡notarás la diferencia!
• Sal y pimienta - Sazona la carne al gusto con sal y pimienta negra molida. Recuerda, la sal y la pimienta potencian el sabor de la carne.
• Vino blanco - Un chorrito de vino blanco para dar sabor al ajillo. Si no tienes vino blanco a mano, puedes usar un poco de vinagre blanco o simplemente omitirlo.

Preparación del cochinillo: ¡el secreto está en el marinado!

El primer paso es limpiar y cortar el cochinillo en piezas uniformes. Personalmente, me gusta cortarlo en trozos medianos para que se fría uniformemente y quede jugoso por dentro.

Una vez tengamos el cochinillo limpio y cortado, es hora de marinarlo. El marinado es clave para potenciar el sabor y la textura de la carne. En mi casa, siempre utilizamos una mezcla de aceite de oliva, ajo picado, sal y pimienta. Deja que la carne se marine durante al menos una hora antes de freírlo. ¡Verás qué diferencia hace!

Elaboración del ajillo: ¡el toque final perfecto!

Ahora que tenemos el cochinillo listo para freír, es hora de preparar el ajillo. ¡Este es el toque final perfecto para nuestra receta!

Lo primero que necesitamos son los ajos. Yo suelo usar entre 6 y 8 dientes de ajo, dependiendo del tamaño. Pero tú puedes ajustar la cantidad a tu gusto. Una vez que tengamos los ajos, los pelamos y los cortamos en rodajas finas.

En una sartén, calentamos un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, añadimos los ajos y los freímos hasta que estén dorados. ¡Ojo! No dejes que se quemen, porque amargarán el sabor.

Una vez que los ajos estén dorados, retiramos la sartén del fuego y añadimos un chorrito de vino blanco. Deja que el vino se evapore durante unos segundos y luego añade una pizca de sal y pimienta al gusto.

¡Y ya está! ¡El ajillo está listo para añadirlo al cochinillo frito! ¡Te aseguro que este toque final hará que tu receta sea un éxito seguro!

Fritura del cochinillo: Consejos para conseguir una textura perfecta

¡Ahora llega el momento más emocionante de la receta! La fritura del cochinillo es clave para obtener una textura crujiente y dorada por fuera, y jugosa por dentro. Te voy a contar mis trucos para conseguirlo.

1. Antes de nada, sécalo bien. Esto es muy importante porque si el cochinillo está mojado, el aceite burbujeará y saltará, y no conseguiremos una fritura uniforme.
2. Calienta el aceite a la temperatura adecuada. Para ello, puedes echar un pedacito de pan. Si burbujea rápidamente, está listo.
3. Fríe el cochinillo en tandas para no bajar la temperatura del aceite. Si metemos demasiado cochinillo a la vez, el aceite se enfriará y absorberá más grasa.
4. No lo muevas mucho. Déjalo que se dore por un lado antes de darle la vuelta. Si lo movemos demasiado, se romperá y no quedará crujiente.

¡Y ya está! Con estos consejos, conseguirás una fritura perfecta del cochinillo al ajillo. ¡Buen provecho!