Cochinillo al horno con patatas panaderas

Receta ↓ Ángela Solar

¡El cochinillo al horno con patatas panaderas es una delicia única! En solo 2 horas de cocción, obtendrás una carne tierna y jugosa, con una piel crujiente y dorada.

Las patatas panaderas, cocidas en el mismo jugo del cochinillo, están llenas de sabor y tienen un exterior crujiente que chuparás los dedos. 

Preparación del cochinillo

La preparación de nuestro cochinillo al horno es sencilla pero requiere de ciertos pasos clave para conseguir un resultado perfecto.

Lo primero que debemos hacer es elegir un buen cochinillo. Yo siempre busco uno que tenga la piel bien tersa y sin cortes. También es importante que esté bien limpio y seco antes de marinarlo.

Para el marinado, puedes usar una mezcla de hierbas y especias a tu gusto. Yo suelo usar romero, tomillo, sal y pimienta. 

Masajéalo bien por toda la superficie y déjalo reposar durante al menos una hora antes de hornear. Cuando preparé mi primer cochinillo al horno, no dejé reposar la carne lo suficiente y el sabor no era el mismo.

Después del tiempo de reposo, precalienta el horno a 200 grados. Coloca el cochinillo en una bandeja de horno y hornea durante aproximadamente 2 horas, o hasta que la piel esté dorada y crujiente. 

¡Recuerda vigilarlo de vez en cuando para evitar que se queme! También puedes añadir un poco de agua a la bandeja para crear vapor y mantener la carne jugosa.

Elaboración de las patatas panaderas

¡Vamos a por la guinda del pastel! Las patatas panaderas son el complemento perfecto para nuestro cochinillo al horno. Son crujientes por fuera y tiernas por dentro, ¡y se derriten en la boca!

Recuerdo la primera vez que probé patatas panaderas, fue en una taberna de mi pueblo. Estaban tan buenas que no pude evitar pedir la receta a la cocinera. Desde entonces, las hago en todas las reuniones familiares y mis invitados se chupan los dedos.

Elige patatas de buen tamaño y consistencia. Yo prefiero las patatas agrias, pero puedes usar cualquier variedad que te guste. Lo importante es que estén bien limpias y secas antes de cortarlas.

Corta las patatas en rodajas gruesas, de unos 2 cm, y colócalas en una bandeja de horno. Añade sal al gusto y un chorrito generoso de aceite de oliva. 

Mete la bandeja en el horno, a la misma temperatura que el cochinillo, y deja que se cocinen durante 45 minutos. 

Proceso de horneado

¡Vamos a por la parte más emocionante! El horneado del cochinillo y las patatas panaderas. Yo siempre digo que el horno es mi mejor aliado en la cocina, ¡es capaz de transformar ingredientes sencillos en platos deliciosos y llenos de sabor!

Lo primero que debes hacer es precalentar el horno a 200 grados. Mientras tanto, coloca el cochinillo marinado en una bandeja de horno y no te olvides de añadir un poco de agua para crear vapor y mantener la carne jugosa y tierna.

Hornea el cochinillo durante aproximadamente 2 horas, o hasta que la piel esté dorada y crujiente. Recuerdo la primera vez que preparé un cochinillo al horno, ¡estaba tan nerviosa por si no quedaba bien! Pero cuando vi esa piel dorada y crujiente, supe que lo había logrado. ¡Es una sensación increíble!

A los 45 minutos de hornear el cochinillo, introduce la bandeja de patatas en el horno y deja que se cocinen durante 45 minutos más. Yo suelo rociarlas con un poco de aceite de oliva extra virgen antes de meterlas al horno, ¡le da un toque delicioso y las hace aún más crujientes!

Para conseguir una piel crujiente, sube la temperatura del horno a 220 grados durante los últimos 10-15 minutos de cocción. ¡Este truco nunca falla! Y si quieres darle un toque especial a tu cochinillo, no dudes en experimentar con diferentes hierbas y especias. Yo siempre le pongo un poco de romero y tomillo, ¡le da un sabor increíble y una aroma delicioso!

Y si quieres impresionar a tus invitados, puedes añadir un poco de miel a la superficie del cochinillo antes de meterlo al horno. ¡Les encantará el toque dulce y crujiente!